Después de unos largos oficios con la Iglesia llena hasta la bandera, se esperaba con expectación y angustia la hora de la procesión. Fue salir el Cristo y empezar a llover, arreciando con la Virgen de la Soledad. Al final, tuvieron que dar la vuelta en la plaza del Ayuntamiento, volviendo al templo con premura para evitar el deterioro de las imágenes. Luego se ofició el Via Crucis y se cantaron sendas saetas dirigidas al Cristo y a la Virgen de la Soledad.
Mañana a las 22 horas en la Iglesia de Santa María se celebrará la vigilia Pascual con la bendición del fuego en el patio si el tiempo no lo impide.Más imágenes en nuestra página de Facebook
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